viernes, 30 de noviembre de 2012

Ver lo que queremos ver


Nuestra vida está plagada de situaciones en las que se nos pasaron por alto detalles tan obvios que nos tuvimos que cuestionar para nuestros adentros si somos un poco lerdos o simplemente son los primeros síntomas de una enfermedad deteriorante. En otras ocasiones nos ocurre aquello tan típico de  solo fijarnos en cosas que casualmente nos ocupan la mente o nos preocupan.

Eso puede hacernos cometer errores de bulto como por ejemplo afirmar que ahora hay más accidentes aéreos que el año pasado porque tenemos que tomar un avión y nos fijamos en las noticias de los accidentes aéreos con detenimiento y dedicación.

El filtro de la atención.

Nuestros mecanismos perceptivos nos demuestran día a día que no existe aquello que se llama objetividad. La percepción está mediatizada por nuestras emociones, expectativas  objetivos y nuestra memoria anterior.
Los sentidos nos proporcionan continuamente un bagaje inmenso de información que simplemente no puede ser procesada ni mucho menos almacenada en su totalidad. Por eso  la atención funciona como un filtro que actúa de modo selectivo dejando pasar algunos input sensoriales en detrimento de otros que se desestiman y se mantienen fuera de la conciencia.
Se trata de la atención selectiva.
No son pocos los inconvenientes que pueden presentarse por el hecho de percibir de modo sesgado nuestro entorno.  Esto puede ocasionarnos una mayor dificultad a la hora de detectar, analizar y en definitiva resolver nuestros problemas cotidianos o conflictos interpersonales.

Para nuestro consuelo, es bueno conocer que eso no nos pasa solo a nosotros, sino  a toda la humanidad, mientras no desarrollemos unos buenos recursos de conciencia.  Esta es la controladora general de nuestro propio funcionamiento mental.
Si damos por imposible la búsqueda de la objetividad, por lo menos sería aconsejable reducir en la medida que se pueda nuestro sesgo.  Una subjetividad extrema nos alejaría de un entendimiento mínimo con nuestros semejantes. La única “objetividad” a la que podemos aspirar sería un consenso de subjetividades. Y esto no es tan inalcanzable. Para eso sería conveniente prever cómo funcionamos en lo que se refiere a la percepción.

Una mirada ingenua.

Algunos estudios del ámbito del procesamiento humano de la información nos indican que ante una situación de la que tenemos información parcial, solemos completarla rápidamente utilizando información previa de nuestra memoria. A esto se le llama “visión estereotipada”. Esa es la razón por la que tantas veces nos equivoquemos en el juicio que hacemos de una persona o de una situación. Utilizamos los prejuicios y no damos ocasión de que la información nueva entre en nuestra mente de modo completo. Es decir, anticipamos y completamos la información sin observar ingenuamente. De este modo, logramos ver solo lo que esperamos ver, incapacitándonos para obtener una visión nueva y cabal de lo que está pasando.
Así , se cree que los grandes inventos, supuestamente fortuitos, como la penicilina o los rayos X ,fueron la resultante de estar con la mente abierta a lo inesperado y no de grandes genialidades.  Es triste imaginarse cuántas cosas  estamos dejando de ver y descubrir.

Por esta razón serían recomendables algunas tácticas para optimizar nuestra capacidad perceptiva. Entre ellas:
Mantener una actitud inquisitiva y no permitir que decaiga nuestra curiosidad infantil. No dejar de hacernos preguntas y no dar por supuesto que las cosas ya las sabemos. Reconocer genuinamente una cierta ignorancia.
Detectar la presencia  del contenido de pensamiento no consciente. Aceptar su influencia para luego cuestionarlo o incorporarlo a nuestro juicio consciente.
Averiguar las emociones  (gusto, disgusto, miedo, angustia, indiferencia, rabia, celos, etc...) que acompañan nuestra percepción.
Aumentar la eficacia de nuestro sistema cognoscitivo logrando encauzar y coordinar las actividades consciente y la menos consciente.

Nuestra mente puede ser una aliada o un obstáculo para nuestros propósitos. Todo depende de nuestra habilidad para utilizar sus recursos conscientes e inconscientes con el fin de mantenerla abierta, permeable a todos los estímulos y libre de contenidos inertes y estáticos. En resumen, mantener viva nuestra capacidad de sorpresa.

Mil formas de percibir una situación - Efecto Rashomon


De seguro habrás escuchado contar la misma historia por diferentes personas y te habrás asombrado al descubrir que algunos detalles no coinciden. Incluso, si le pidieras a un amigo que te contase una aventura que vivieron juntos, llegarías a sorprenderte de cuán diferente puede ser su versión de la tuya.

Pues bien, se trata del Efecto Rashomon, un fenómeno provocado por la subjetividad en el cual, las personas cuentan la misma historia de manera diferente. Sin embargo, esto no significa que una de las versiones sea falsa o que esté errada sino que simplemente está mediatizada por la percepción individual.

Este efecto debe su nombre a la película “Rashomon”, de Akira Kurosawa, un filme de los años ’50 que ganó el Premio de la Crítica en Venecia y el Óscar a la Mejor Película Extranjera. En este filme se hacía referencia a cómo diferentes testigos de un asesinato y el homicida describían los hechos de manera diferente y hasta contradictoria.

Como estamos acostumbrados a pensar en términos de “blanco o negro”, es normal que nos cuestionemos la veracidad de cada espectador pero si pensamos en la realidad como un continuum que vemos a través de un prisma individual, entonces no es extraño comprender que un mismo suceso puede ser narrado y vivido de maneras diversas.

En el Efecto Rashomon inciden múltiples factores que van desde la intensidad de las emociones en el momento en que estábamos viviendo el evento en sí hasta nuestras experiencias pasadas o las expectativas que tenemos. Por eso, algunas personas pueden tachar de inaguantable un filme que para otros es una obra maestra. Las escenas y los diálogos son los mismos pero las expectativas, el conocimiento del séptimo arte y nuestras emociones son diferentes.

Las vivencias son la clave para entender este fenómeno. En práctica, la vivencia es una unidad entre lo que vivimos (los estímulos del medio ambiente) y como percibimos y analizamos estos estímulos (una percepción y un análisis que a su vez estará determinado por nuestras experiencias anteriores y nuestra configuración psicológica). Para ponerlo en palabras sencillas, es como si cada persona viese la misma realidad pero a través de un cristal único en el mundo. Por ende, su percepción ante la situación será diversa.

Como se puede presuponer, no se puede hacer referencia a que una percepción sea más adecuada que la otra, simplemente son diferentes. Obviamente, desde el punto de vista científico, mientras menos emociones y expectativas estén en juego, más nítidamente podremos percibir la realidad.

En este punto seguramente te estarás preguntando cómo podrías aplicar el Efecto Rashomon a tu vida cotidiana. En este sentido, es importante que te percates que las personas que te rodean no te mienten cuando te narran su propia versión de los hechos. Por ende, probablemente evitarás muchas discusiones de pareja.


Redacción: Lic. Jennifer Delgado

El efecto tetris


¿Quién no ha jugado al menos una vez en la vida al Tetris? Se cuenta que su propio creador no podía terminar de escribir el código porque estuvo jugándolo durante varios días. Más allá de que esta anécdota sea cierta o no, lo cierto es que el Tetris es bastante adictivo y precisamente por eso ha sido tema de investigación de numerosos estudios realizados en el ámbito de la Psicología.

Así, se ha podido descubrir el “Efecto Tetris”, que haría referencia a un fenómeno de obnubilación de nuestros pensamientos, imágenes mentales y sueños como consecuencia de haber estado realizando la misma actividad durante horas. En práctica, se descubrió que las personas que jugaban al Tetris durante muchas horas seguidas después solían ver los patrones del juego en el mundo real e incluso en sus sueños.

Como puedes presuponer, este fenómeno no se restringe a este juego sino que también se puede aplicar a otras actividades de la vida, fundamentalmente si por cuestiones de trabajo debes estar varias horas delante de un telescopio o un microscopio, si eres un experto en control de la calidad y ves desfilar ante ti cientos y miles de productos casi idénticos, si conduces durante largas distancias o incluso si juegas durante mucho tiempo ante un tablero de ajedrez o de damas.

Los programadores informáticos también han reportado experiencias similares: suelen soñar con el código. Mientras que los matemáticos suelen verse “perseguidos” por las ecuaciones que intentan resolver durante el día.

Quienes han estado expuestos constantemente a ruidos constantes como el que realiza un ventilador de techo, una taladradora o una ametralladora también han reportado escuchar un sonido similar, incluso cuando la fuente primaria se ha detenido.


¿Cuáles son las causas de este fenómeno?

En el pasado se pensaba que el Efecto Tetris estaba determinado por la memoria. Sin embargo, un estudio realizado en la Escuela de Medicina de Harvard demostró que este fenómeno está más desligado de la memoria de lo que pensamos. De hecho, estos investigadores hicieron que un grupo de personas con amnesia anterógrada (incapaces de formar nuevos recuerdos declarativos) jugara al Tetris. Así, se apreció que al día siguiente los participantes reportaron haber soñado con estas formas, si bien eran incapaces de recordar que habían jugado al Tetris.

Probablemente la explicación se halla en el hecho de que el Tetris nos sumerge completamente en un entorno, captando la atención de todos nuestros sentidos. Por ende, después nuestro cerebro tiene que esforzarse mucho para poder cambiar esta estructuración que nos permitía jugar muy concentrados. De esta forma, quedan residuos o lo que podríamos llamar “patrones neurales activos” relacionados con la actividad anterior.


Los beneficios del Tetris

Más allá de este efecto, que puede resultar bastante molesto, un estudio realizado en el lejano 1994 demostró que doce sesiones de 30 minutos cada una, puede mejorar nuestras habilidades espaciales. Específicamente, en las destrezas relacionadas con la rotación mental, la percepción espacial y la visualización espacial.

Otro experimento más reciente, desarrollado en el 2009, indica que los videojuegos como el Tetris pueden ayudarnos a prevenir la formación de recuerdos traumáticos. De hecho, cuando el “tratamiento a base de Tetris” se aplica poco después del evento traumático, la capacidad de atraer nuestra atención de este juego es tal que puede prevenir el recuerdo de las imágenes traumáticas y esto disminuye la precisión, la intensidad y frecuencia del recuerdo.

Fuentes:
Holmes, E. A. at. Al. (2009) Can Playing the Computer Game "Tetris" Reduce the Build-Up of Flashbacks for Trauma? A Proposal from Cognitive Science. PLoS ONE 4 (1).
Stickgold, R. at. Al. (2000). Replaying the Game: Hypnagogic Images in Normals and Amnesics. Science; 290 (5490): 350–353.
Okagaki, L. & Frensch,P. (1994) Effects of video game playing on measures of spatial performance: Gender effects in late adolescence. Journal of Applied Developmental Psychology; 15(1) 33-58.

A más cansancio, cerebro más activo


Cuando nos pasamos una noche en vela, normalmente al otro día nos sentimos cansados, nuestro cuerpo reacciona de manera más lenta y tenemos dificultad para concentrarnos. Sin embargo, todo no es color gris, en este estado nuestro cerebro es mucho más activo. O al menos así lo confirma un estudio realizado en la Universidad de Milán donde se descubrió que nuestro cerebro se hace más activo en la misma medida en que avanza el día y el cansancio se apodera de nosotros.

En el experimento se estimularon neuronas de la corteza frontal usando la técnica no invasiva de estimulación magnética transcraneal. Luego, simplemente se observó cómo respondía el resto del cerebro, comparando los resultados de las personas que se habían mantenido despiertas durante las últimas 2, 8, 12 y 32 horas.

Para entender la lógica del experimento, baste imaginar en un amigo nos gasta una broma pesada y presiona fuertemente con su dedo entre nuestras costillas. Cuando estamos bien despiertos probablemente esta acción la veremos venir y nos limitaremos a quitarle la mano. Sin embargo, cuando estamos cansados o tenemos sueño, quizás nos asustemos y peguemos un salto enorme. En la misma medida en que más cansados estemos, más exagerada será nuestra respuesta. Pero… ¿se aplica esta misma lógica al cerebro?

Pues sí. Mientras más cansado estemos, más nervioso e irritable será nuestro cerebro por lo que, con la estimulación, este responde inmediatamente generando picos de actividad.

Este nuevo descubrimiento explicaría algunos hechos que han desconcertado a los médicos durante mucho tiempo como por qué las personas con epilepsia suelen tener más ataques mientras más tiempo se mantengan despiertos y cómo es posible que los pacientes con depresión severa y una actividad cerebral anormalmente baja, mejoren después de haberse saltado una noche de sueño.

Y es que, en práctica, el cerebro de una persona cansada o con sueño reaccionaría de manera casi instantánea ante los estímulos. ¿Por qué?

Los investigadores piensan que la clave se encuentra en el número de las sinapsis. Es decir, cuando estamos plenamente conscientes y alertas, en nuestro cerebro tienen lugar miles y millones de sinapsis. Sin embargo, lo cierto es que muchas de estas conexiones son irrelevantes ya que captamos numerosos detalles del ambiente que no son importantes.

Al contrario, al estar cansados, el número de sinapsis irrelevantes disminuye haciendo que el cerebro se concentre en aquellos estímulos que son realmente importantes. Como resultado, muestra una reacción “exagerada” ante los mismos.

Para comprender esta reacción podemos imaginarnos que estamos en un bosque con todos los sonidos que este posee (el rumor de las hojas al ser movidas por el viento, las aves, los animales, el río que corre y, a lo lejos, sentimos el aullido de un lobo). Este sería nuestro cerebro despierto asumiendo toda la información que está a su alrededor. En este contexto el aullido del lobo despierta una leve desazón ya que está camuflado con otros sonidos y experiencias.

Sin embargo, ¿qué pasaría si quitásemos el rumor de las hojas de los árboles, el gorjeo de las aves, el sonido de los animales y el discurrir del río? De seguro el aullido del lobo nos resultaría muy vívido y aterrador.

Fuente:
Massimini, M. et. Al. (2012) Human Cortical Excitability Increases with Time Awake. Cerebral Cortex; 22(9).

martes, 27 de noviembre de 2012

El sueño

  

El sueño es una actividad necesaria para la supervivencia de nuestro organismo. Las causas exactas de porqué necesitamos dormir todavía se desconocen, pero parece ser que principalmente cumple la función de dejar "descansar" nuestro cerebro y cuerpo de la actividad diaria. No se puede vivir mucho tiempo sin dormir, más de tres días sin conciliar el sueño en absoluto puede tener consecuencias desastrosas.
 No todos necesitamos dormir el mismo número de horas. Generalmente las personas más jóvenes, aquellas que realizan esfuerzos físicos o psíquicos intensos, así como determinadas características personales, suelen necesitar dormir más. Un niño puede precisar dormir unas 10 horas diarias, un adulto entre 6 y 8 horas, mientras que una persona de edad avanzada puede tener suficiente con 5 o 6.

   Es muy importante que el sueño sea de calidad y sin fragmentaciones. Cinco horas de sueño profundo y reparador pueden descansar más que ocho horas sufriendo pesadillas o incomodidades. Pero el sueño no supone solamente un mero descanso, sino que sirve también para descargar un buen número de tensiones originadas durante la vigilia, y aquí es donde juega su papel más importante nuestra capacidad de soñar.
   Dormir y soñar son dos procesos íntimamente unidos, aunque no siempre vayan acompañados. No soñamos durante todo el tiempo que permanecemos dormidos, sino solamente durante algunos períodos concretos llamados fases MOR (movimiento ocular rápido) o REM (rapid eyes movements) en inglés. 
   Cuando nos vamos a dormir, en primer lugar se produce un estado de adormecimiento o presueño, cuya duración suele ser de una media hora y durante el cual se pasa del estado de vigilia al de sueño con una progresiva disminución de la conciencia. A lo largo de esta fase es normal que se produzcan ilusiones visuales o auditivas (se tiene la ilusión de oír o ver cosas que no existen), así como que se sientan calambres, vértigos o sensación de tropiezo.
   Posteriormente, cuando ya estamos sumidos en un sueño profundo, se van sucediendo las fases de sueño REM con las de no-REM o sueño superficial. La primera fase REM suele presentarse entre la primera y segunda hora del sueño, apareciendo después de forma intermitente durante todo el período de sueño normal. A esta fase también se la denomina fase de sueño paradójico, ya que si realizamos un trazado elentroencefalográfico (EEG) veríamos que es muy parecido a cuando la persona está despierta, además es la fase en que más cuesta que la persona se despierte. En esta fase es cuando se produce la mayor parte de la actividad onírica. También en esta fase ocurren una serie de cambios como disminución del tono muscular, aumento de la resistencia eléctrica de la piel, alteraciones del pulso y la respiración, que se vuelven más irregulares, aumenta ligeramente la motilidad del aparato digestivo, se producen erecciones en el hombre y aumento del flujo sanguíneo vaginal en la mujer. Gran parte de estas modificaciones se deben a la activación del hipotálamo y la hipófisis, que aumentan la secreción de ciertas hormonas como la testosterona, el cortisol o la hormona del crecimiento.
 
¿Qué pasa cuando soñamos?

No existe hoy en día una opinión uniforme sobre la significación de los sueños. Ya en la antigüedad se creía que los sueños se hallaban en relación con el mundo de lo sobrehumano, y que traían consigo revelaciones divinas, en especial sobre el porvenir del individuo. Incluso Aristóteles creía en la posibilidad de hallar en los sueños la indicación del comienzo de alguna enfermedad de la que todavía no podemos ser conscientes durante la vigilia por falta de síntomas.
Sigmund Freud, en su famosa obre La interpretación de los sueños escribió que los sueños eran la realización de nuestros deseos más profundos, que no podíamos llevar a cabo mientras estábamos despiertos. Según él los sueños serían la expresión de un deseo insatisfecho. Les atribuía fundamentalmente un carácter de tipo sexual. Posteriormente el mismo Freud reconoció que no siempre era así, y que también podían ser la manifestación de un problema o una preocupación, incluso la expresión de temores del inconsciente, tal como ocurre con las pesadillas o sueños angustiosos.
Se puede decir que en mayor o menor grado el contenido de los sueños está determinado por la personalidad del individuo, su vida y sus experiencias pasadas. Así, el contenido más frecuente de los sueños está constituido por los acontecimientos cotidianos vividos por la persona, pero distorsionados por el subconsciente. De hecho se ha podido comprobar que el contenido de los sueños está relacionado muchas veces con la actividad llevada a cabo durante el mismo día y, muy especialmente, con las imágenes percibidas durante los momentos inmediatamente anteriores a haberse quedado dormido.
También se puede observar que muchos sueños acogen recuerdos de la infancia y la juventud, trayéndonos a veces antiguos recuerdos que creíamos perdidos. Este es un fenómeno relativamente normal, quizás sea debido a la gran importancia que suelen tener estos recuerdos para la vida de la persona, aunque no se ha podido demostrar.
 Algunos sueños se ha observado que los tienen muchas personas, como por ejemplo creer que caemos desde una altura, soñar que volamos, que perdemos algún diente o sentirnos avergonzados porque pensamos que vamos desnudos o mal vestidos. El sueño de caer desde una altura está casi siempre ocasionado por el hecho de que, estando ya inconscientes incluso de la sensación de contacto y presión sobre la cama, movemos un brazo o una pierna de tal forma que este movimiento se vuelve en parte consciente pero de forma distorsionada y creemos que nos estamos cayendo. El sueño de perder los dientes también se atribuye a una sensación bucal momentánea y el de sentirnos desnudos se relaciona con el hecho de haber salido de las sábanas que nos cubrían.
En algunas personas hay determinados sueños que se repiten y que generalmente están cargados de angustia. En ocasiones pueden ser la expresión de traumas psicológicos que todavía no han sido asumidos por la persona.
Algo curioso en los sueños es que generalmente no nos acordamos de ellos, o sólo de los que hemos tenido en el último momento antes de despertarnos, e incluso se van olvidando éstos con una rapidez extraordinaria, excepto quizás aquellos que nos han producido gran impacto. Esto es debido a que de esta manera no acabamos guardando en nuestro cerebro recuerdos sin sentido que nos podrían confundir, pues al despertar hemos de saber distinguir la realidad de la ensoñación, así que esta última se acaba borrando de nuestra memoria como medida de seguridad. 
El sueño en definitiva consigue apartar al individuo de su vida despierta, así como de las presiones diurnas. Pero todavía no se ha podido establecer exactamente cuáles son sus orígenes y funciones definitivas, tampoco se ha podido demostrar científicamente que existan sueños premonitorios, hasta ahora todo son hipótesis más o menos certeras de nuestra vida onírica.


Bibliografía:
Freud, S. (1966): La interpretación de los sueños. Madrid. Alianza Editorial.
Guzman, E. (1995): El sueño. México. Ed. Trillas.

¿Se puede medir la inteligencia?





 La inteligencia es una capacidad mental muy general que permite razonar, planificar, resolver problemas, pensar de modo abstracto, comprender ideas complejas, aprender con rapidez y aprender de la experiencia. No constituye un simple conocimiento enciclopédico, una habilidad académica particular, o una pericia para resolver tests, sino que refleja una capacidad más amplia y profunda para comprender el ambiente, dar sentido a las cosas o imaginar qué se debe hacer en cada situación.

 Existen diversos tipos de tests de inteligencia, pero todos ellos miden la inteligencia de manera muy similar. Algunos tests incluyen palabras o números y requieren un conocimiento cultural específico (como el vocabulario). Otros, en cambio, no requieren este conocimiento, e incluyen formas y diseños que sólo exigen conocer conocimientos universales simples (mucho/poco, abierto/cerrado, arriba/abajo...).
   Hasta la fecha, en los estudios realizados, se ha podido observar que el rendimiento de la población general en los tests de inteligencia siguen una distribución normal; la mayor parte de las personas se sitúan alrededor del punto medio que está en un CI=100. Pocos individuos destacan como muy brillantes o como muy poco brillantes.
   En el cociente intelectual de una persona parece influir de forma importante tanto la genética como las variables ambientales. Se estima que la heredabilidad de la inteligencia se encuentra entre un 0'4 y un 0'8 en una escala del 0 al 1. Si todos los entornos fuesen iguales para todo el mundo, la heredabilidad sería de 1 (o sea, del 100%) dado que todas las diferencias que se pudiesen observar tendrían necesariamente un origen genético. Pero en la realidad, el ambiente y las experiencias personales contribuyen sustancialmente a las diferencias en el rendimiento de los tests de inteligencia. Variables sociales como la ocupación, la escolarización o el ambiente familiar, y variables biológicas como la nutrición, el plomo ambiental, el alcohol o los factores perinatales son factores importantes a tener en cuenta antes de hacer un estudio con un resultado lo más imparcial y objetivo posible.
   Se han descrito en varios estudios importantes, que existe una gran estabilidad en las puntuaciones de los tests de inteligencia pasados a una misma persona durante su desarrollo vital. Además, estos tests han sido de gran utilidad en la predicción del rendimiento escolar y ocupacional, así como en el estatus social, los ingresos económicos o la delincuencia del individuo. Pero hay muchas otras variables no medidas en los tests de inteligencia que influyen en todos esos contextos (como las variables motivacionales, temperamentales o actitudinales). En definitiva, parece que los tests de inteligencia actuales no exploran todas las formas posibles de inteligencia, tal vez sería necesario ampliar este ámbito a otros dominios propios de la acción social.
   Finalmente, se ha podido comprobar que las puntuaciones medias en los tests de inteligencia han aumentado durante el siglo XX, pero no se sabe exactamente cuáles son las causas. Se ha llamado a este fenómeno el "Efecto Flynn" y consiste en un aumento gradual del rendimiento medio en los tests de inteligencia en el transcurso de los últimos 50 años.

Bibliografía:
Stenberg, R. y Detterman, D., K. (1988). ¿Qué es la inteligencia?. Madrid. Pirámide.

martes, 20 de noviembre de 2012

Cerebro adolescente y relaciones con los iguales

 

La inmadurez de la corteza prefrontal, unida a la hiperexcitación del sistema cerebral de recompensa, lleva a chicos y chicas a implicarse en muchos comportamientos de riesgo. Las razones de esa excitación extrema están relacionadas con los cambios hormonales puberales y la mayor sensibilidad cerebral a la dopamina, un neurotransmisor responsable de las sensaciones placenteras, que hace que las recompensas tengan un enorme poder de atracción para chicos y chicas. Esta sensibilidad contribuye a explicar lo rápido que aprenden los jóvenes y su gran receptividad a la recompensa, pero también sus reacciones emocionales extremas ante la derrota y el fracaso.

 Pues bien, resulta que el cerebro adolescente también muestra una gran sensibilidad ante la oxitocina, otra hormona y neurotransmisor que es responsable de la formación de vínculos y que hace que las relaciones sociales sean más gratificantes. Es bien conocida la preferencia que los adolescentes tienen por mantener relaciones con sus coetáneos, lo que resulta más novedoso es el papel que la sensibilidad a la oxitocina desempeña en esta atracción.  Chicos y chicas disfrutan a lo grande cuando están con sus amigos y amigas, y prefieren estas relaciones  a otras con sujetos de diferente edad. De alguna manera, está pasión por los compañeros de la misma edad es la expresión en el ámbito social de la atracción que los jóvenes sienten por la novedad, puesto que sus coetáneos les resultan más novedosos que el conocido ambiente familiar.

Durante estos años se vivirán con gran dolor las situaciones de aislamiento o rechazo por parte del grupo. De hecho, algunos estudios con resonancias magnéticas han revelado que la respuesta del cerebro ante la exclusión del grupo de iguales es similar a la que se observa en situaciones de amenaza o de falta de alimento. Ello explica el tremendo sufrimiento que experimenta un chico que ha sido traicionado por sus amigos o que no ha sido invitado a una fiesta.

Finalmente, hay que resaltar un último detalle que no está exento de importancia: se trata de las estrechas relaciones existentes entre el sistema cerebral de placer-recompensa y el socio-emocional. Ello justifica que se produzca una sinergia entre ambos sistemas, sobrexcitables e hipersensibilizados durante la adolescencia, y que chicos y chicas muestren un comportamiento especialmente arriesgado cuando están con  el grupo. Resulta evidente que hacen muchas más tonterias y arriesgan bastante más si están con sus amigos que si están solos.  

A primera vista podría parecer que esta enorme atracción que los jóvenes sienten hacia la novedad, las emociones fuertes y la relación con los iguales responde a un diseño defectuoso que les coloca en una situación de mucho riesgo. Sin embargo, cuando miramos las cosas con más detenimiento vemos que estas características que definen nuestra adolescencia nos hace más adaptativos como individuos y como especie, ya que nos impulsan a asumir algunas experiencias enriquecedoras, y a conocer gente para ampliar nuestro grupo de conocidos, lo que incide positivamente sobre nuestra salud y satisfacción. Sin olvidar que nuestra existencia va a transcurrir durante la adultez entre individuos de nuestra misma edad, por lo que en el grupo iremos adquiriendo competencias que nos serán más útiles que las aprendidas en el contexto familiar.


Licenciado: A. Oliva 

Apego y autonomía durante la adolescencia


Aunque la teoría del apego surgió en los años 50 para explicar las relaciones que se establecen en la infancia entre el menor y sus cuidadores principales, recientemente se ha ampliado su utilización para la compresión de otro tipo de relaciones establecidas a lo largo del ciclo vital. Así, algunos de los procesos socio-emocionales que tienen lugar durante la adolescencia pueden entenderse mejor a luz de dicha teoría, y pueden verse influidos por el tipo de apego que se estableció en la primera infancia.

Uno de los procesos que se ponen en marcha con la llegada de la adolescencia es el distanciamiento afectivo con respecto a los padres y la búsqueda de una mayor autonomía personal por parte del adolescente, algo que suele generar un aumento de la conflictividad en el hogar. Así, son frecuentes las discusiones entre padres e hijos acerca de los asuntos más variados, como la hora de llegar a casa, el desorden en su habitación, el tiempo dedicado a estudiar, etc. Pues bien, hay datos que indican que este distanciamiento emocional puede ser más complicado en el caso de los chicos y chicas que establecieron durante la infancia apegos de tipo inseguro.

Uno de los resultados más consistentes de la investigación reciente es que los adolescentes con modelos de apego seguro manejan los conflictos con sus padres implicándose en discusiones en las que ambas partes tienen la oportunidad de expresar sus pensamientos, y que tratan de encontrar soluciones a sus desacuerdos mediante fórmulas que equilibren sus necesidades de mayor autonomía con esfuerzos por preservar una buena relación con sus padres. Es probable que en estas familias el proceso sea menos problemático porque estos chicos y chicas tienen la confianza de que a pesar de los desacuerdos la relación con sus padres se mantendrá intacta, ya que es más fácil y seguro discutir con los padres cuando se sabe que se podrá seguir contando con ellos. Y las discusiones y conflictos son una necesidad, ya que favorecen el reajuste de las relaciones parento-filiales.

Sin embargo, el distanciamiento emocional de los padres puede resultar especialmente estresante en aquellas familias con adolescentes que desarrollaron modelos de apego inseguro. En estos casos la búsqueda de autonomía puede ser experimentada como una amenaza para la autoridad paterna o materna y para la relación parento-filial, y tanto los adolescentes como sus padres pueden verse abrumados por la fuerte carga afectiva suscitada por sus conflictos y desacuerdos.

Cuando se trata de adolescentes evitativos o autosuficientes, será más frecuente que las discusiones se resuelvan de forma poco productiva y que tiendan a evitar soluciones negociadas, siendo la retirada del conflicto la estrategia más frecuente. Así, la menor implicación afectiva con las figuras de apego que suelen mostrar estos sujetos será un hándicap para la resolución de la tarea de renegociar las relaciones parento-filiales, y más que reajustar la relación para atender sus nuevas necesidades de autonomía a la vez que se mantiene un vinculo positivo, estos chicos y chicas tenderán a rechazar y cortar la relación con sus padres.


En cuanto a los sujetos inseguros ambivalentes o preocupados, será más frecuente la implicación en discusiones muy intensas e improductivas que terminan minando la autonomía del adolescente. Por otra parte, estos sujetos tienden a sobredimensionar los problemas en sus relaciones familiares, al menos por encima de lo que suelen percibir sus propios padres o los iguales. Estas dificultades suelen mantenerse a lo largo de toda la adolescencia, lo que suele entorpecer la resolución de algunas tareas relacionadas con la autonomía personal. En este caso, más que rechazar a sus cuidadores pueden permanecer excesivamente atados a ellos, de ahí las dificultades que experimentarán en el logro de la autonomía.

En definitiva, parece evidente que la seguridad en el modelo de apego favorece un distanciamiento de los padres más saludable.


Oliva, A. (2011). Apegoen la Adolescencia. Acción Psicológica, 8, 55-65.

lunes, 19 de noviembre de 2012

AUTOESTIMA



¿Qué es? ¿Cómo llega a nosotros? ¿Podemos controlarla?
Son muchas las personas que sienten que su autoestima o la de algún ser querido es baja. Con los menores debemos trabajar cuidadosamente para que crezcan con una autoestima sana.
La autoestima es la valoración que tenemos de nosotros mismos. Puede ser una valoración por encima de lo que realmente somos, neutral, o por debajo. Los extremos suelen ser riesgosos.
La mayoría de las personas que tiene problema de autoestima se encuentran en la parte que los lleva a sentirse menos de lo que realmente son e incapaces de muchísimas cosas que realmente pueden.
No nacemos con autoestima, eso no viene en el paquete genético ni se nos contagia en el canal de parto. Después de nacidos el comportamiento de la sociedad nos va impregnando de muchos juicios de valores y eso nos lleva a formar la valoración que tenemos sobre nosotros y los demás.
Uno de los factores más comunes que he visto en las personas que sufren de baja autoestima es que vienen de un ambiente sumamente competitivo. El colegio, los amigos, los primos, los hermanos y los padres. Cuando no logran ser primeros en alguna competencia o en alguna materia, suelen haber comparaciones y hasta críticas... muchas veces denigrantes.
Siempre queremos que nuestros hijos sean mejores, y eso es muy sano, lo que les puede afectar es que les exijamos ser “los” mejores.
Todos tenemos nuestro valor y nuestras fortalezas. También tenemos nuestras debilidades. Concentrarnos en lo que no podemos hacer de la mejor forma puede llevarnos a pensar que valemos menos. Compararnos con los demás siempre nos llevará a encontrar alguien que puede ser mejor en algo. Exigirnos siempre superar a alguien será un factor primordial para sentir más frustraciones que momentos felices. Es que seremos menos veces el ganador.
Sí, siempre habrá una mejor nota; si tenemos la mejor nota otro será mejor en un deporte; otro tendrá la sonrisa que más le gusta al género complementario; otro podrá ser más alto o tener las manos más bonitas; quizá otros tengan más dinero para darse algunos lujos... En fin, si queremos sentirnos menos, tenemos muchas posibilidades de encontrar excusas para considerarnos así.
No somos malos cuando no tenemos las mejores notas, cuando no resultamos ser los más simpáticos, cuando no somos el mejor deportista, cuando no ganamos la mayor cantidad de dinero, cuando no ganamos en un juego de mesa, cuando no tenemos la mayor habilidad para responder, cuando no tenemos la mayor cantidad de conocimientos, cuando no tenemos la pareja más hermosa, cuando las cosas no salen como quisiéramos..
Una corta anécdota Joseph: Mi lectora más joven, Alexa, de 8 años, preguntó en medio de una conversación qué era una tableta. Algunos se rieron por ella no saber. Ella le contestó que Diego dice en su libro Mi Binomio que no podemos saberlo todo, que todos somos ignorantes de muchas cosas. Niños y adultos enmudecieron y le explicaron lo que era el moderno equipo.
Esas burlas la podían llevar a desarrollar una baja autoestima. En ese instante demostró que no le importa no conocer algo, que eso no la haría sentirse menos.
Los que tienen baja autoestima tienden a exigirse más de lo que nadie puede ser. Se concentran en compararse con los demás y competir contra cada uno en una categoría individual. Si quiere competir contra alguien, hágalo en el todo, verá que usted sale ganando en una gran cantidad de categorías ante cualquiera que se quiera comparar.
El valor de nosotros no se ve en la ropa que usamos y lo que podemos comprar. No valemos por el dinero, sino por lo que somos. Superarnos cada día a nosotros mismos es lo que en realidad llamo superación. Autoestima es una herramienta que necesitamos tener en equilibrio. Debemos dejar de analizarnos, es mejor dedicarnos a vivir. Progresar, aprender, ser felices... nadie es menos, nadie es más... simplemente somos la pieza más importante del rompecabezas propio que se llama VIDA.

Artículo realizado por: LIC. CARLOS MANUEL ESTEVEZ PEREZ

¿Cuántos días se necesitan para adquirir un hábito?

Un estudio británico llevado a cabo en el University College de Londres ha demostrado que hacen falta 66 días para que se cree un hábito y pueda mantenerse durante años. Eso significa que si durante ese número de días “repites algo cada día en la misma situación, se convierte en una reacción automática ante dicha situación”, explica Jane Wardle, coautora del estudio que se publicaba en la revistaEuropean Journal of Social Psychology. A partir de ese momento el hábito adquiere cierto automatismo, y no hace falta voluntad, ni tan siquiera pensar en ello intencionadamente, para poder repetir dicho comportamiento. 

Los sujetos del experimento probaron que es válido tanto para hábitos saludables relacionados con la alimentación como con la rutina de practicar ejercicio a diario, por ejemplo 15 minutos de carrera antes de la cena. Por término medio, los hábitos relacionados con el ejercicio físico tardaban más en adquirirse de manera firma que, por ejemplo, incorporar la costumbre de comer una pieza de fruta cada día.

Con solo 28 días, como se pensaba hasta ahora, las neuronas no asimilan lo suficiente un determinado comportamiento y es fácil abandonarlo, aclaran los autores.

Fuente: Elena Sanz para www.muyinteresante.es


lunes, 12 de noviembre de 2012

El aborto y 3 posiciones al respecto



El aborto es un hecho que se ha dado desde tiempos inmemorables, ya sea natural o inducido. Éste último, en concreto, puede ser por razones terapéuticas o por libre elección.
Esta semana, debatimos la siguiente situación:
 
Una adolescente se queda embarazada, pero el embarazo no es fruto de un acto violento. La pregunta planteada en el debate fue: "Si tú estuvieras en su lugar, ¿abortarías o no?"
 
Debido a esto, se crearon tres grupos con opiniones diferentes:
 
  • Grupo 1, a favor del aborto, cuyas opiniones se argumentaban en:
    - No se considera socialmente en nuestra época a los adolescentes como personas responsables emocionalmente para la crianza de un bebé ni tienen la capacidad económica para su sustento, resultando inviable la dependencia de sus padres biólogicos.
    - Médicamente, el aborto debe producirse antes de 12 semanas porque, científicamente, las células que dan lugar al feto (posteriormente bebé), llamada gameto, no se considera aún una forma de vida identificable como ser humano.
    - La salud mental y física de la madre tiene preferencia, ya que ésta sí es un ser humano totalmente formado e identificable.
  • Grupo 2, en contra del aborto:
    - Aceptan el hecho científico de que el embrión no es considerado un ser vivo hasta el tercer mes de gestación, pero consideran que desde el inicio de la fecundación es un proyecto de vida.
    - Si somos responsables y libres para realizar ciertas acciones, debemos asumir sus consecuencias.
    - Para impedir un embarazo no deseado, se puede utilizar métodos anticonceptivos.
    - Es una equivocación ceder toda la elección a la mujer, pues el bebé es fruto de la unión de dos persona, no sólo de una.
    - Siempre existe la posibilidad de dar en adopción.
  • Grupo 3, con una opinión alternativa:
    - Dependiendo de las circunstancias económicas, sociales, personales, etc. (incluyendo el deseo de querer ese feto o no), ésta siempre tiene entre sus opciones la posibilidad del aborto.

El debate se quedó inconcluso, pues al ser un tema tan polémico, fue difícil llegar a una conclusión, por lo que nos encantaría saber vuestra opinión al respecto, teniendo como referencia los argumentos de cada grupo, o incluyendo otros nuevos.

Entrevista sobre el Quinto Encuentro de Aulas Enclave en Lanzarote.





El grupo de psicología de 2º de bachillerato -es decir, todos nosotros- está colaborando con El Quinto Encuentro de Aulas Enclave en Lanzarote. Por tanto, nos hemos dispuesto a entrevistar a las encargadas del I.E.S. Las Salinas en este tipo de aulas: Noelia, tutora del aula enclave, y Leticia, adjunta de taller; para aprender más sobre este tipo de cursos especiales.

¿Qué es un aula enclave?

Es un aula ubicada en centros ordinarios de la enseñanza obligatoria donde se escolarizan alumnos/as cuyas necesidades educativas especiales implican adaptaciones que se apartan muy significativamente del currículo y requieren de la utilización de recursos muy específicos. Es decir, se cubren sus necesidades de apoyo educativo. Importante aclarar que hay aulas de este tipo tanto en centros de primaria como de secundaria. La nuestra, obviamente es de secundaria, y engloba edades desde los 14 años hasta los 21, con un máximo de 6 alumnos por aula.

¿Qué alumno va al aula enclave?

Bueno, aquí se escolarizan alumnado que, tras una evaluación psicopedagógica, presenta NEE, es decir, discapacidad motora, sensorial o psíquica, trastornos graves de conducta y trastornos generalizados del desarrollo; y, por lo tanto, requiera una respuesta educativa que favorezca la adquisición de habilidades y destrezas básicas para la vida diaria y que, al mismo tiempo, desarrollen su autonomía personal y social.

¿Qué tipo de necesidades requieren los alumnos de nuestra aula enclave?

En nuestra aula tenemos cuatro alumnos y dos alumnas que presentan discapacidad psíquica y Trastorno Generalizado del Desarrollo, TGD.

¿Qué se entiende por alumnado NEAE?

Son alumnos con necesidades específicas de apoyo educativo, ya presenten necesidades educativas especiales (NEE), u otras necesidades educativas como, por ejemplo, dificultades específicas de aprendizaje (DEA), trastorno por déficit de atención y/o hiperactividad (TDAH), condiciones personales o de historia escolar (ECOPHE), incorporación tardía al sistema educativo, y altas capacidades intelectuales.





¿Cómo trabajáis con estos alumnos?

Empleamos un programa de tránsito a la vida adulta con el que trabajamos tres ámbitos: autonomía personal, social y laboral. Nuestra meta es que ellos aprendan a valerse por sí mismos de forma que puedan integrarse en la sociedad, por ejemplo, viviendo solos, trabajando, etc.

¿Por qué celebramos el Quinto encuentro de aulas enclave?

Cada año se celebra el día mundial de la discapacidad, día 3 de diciembre, y lo festejamos reuniendo a las cinco clases de aulas enclave que hay en Lanzarote: I.E.S. Arrecife, I.E.S. San Bartolomé, I.E.S. Tinajo, I.E.S. Playa Honda e I.E.S. Las Salinas, el nuestro. Ésta es la quinta celebración desde que comenzara y, como ya se ha celebrado en los demás centros, este año nos toca a nosotros.

¿Habéis conseguido mejoras significativas en su desarrollo?

No se puede pretender enseñarles a una velocidad similar a la que se lleva en los demás cursos porque los avances son muy lentos. Además, cada vez que volvemos a comenzar el curso, necesitamos retomar lo del anterior, pues el verano supone un retroceso. Es decir, lo aprendido en el aula debe llevarse también a otros contextos, por ejemplo, la familia, que juega un papel fundamental. Por poner un ejemplo, aquí les enseñamos a hacer su propio desayuno cada mañana, si durante el verano no son ellos los que se lo hacen sino la familia, pierden la costumbre de hacerlo autonómicamente de manera que en clase tenemos que retomar la preparación del desayuno de nuevo.

¿Qué hay que estudiar para poder realizar este trabajo?

El grado de magisterio y, luego, la especialidad de Educación especial.

Ahora que estamos en estos momentos de crisis, ¿os veréis afectados también por los recortes en educación?

Como sucede también en las demás aulas del centro, el número máximo de 6 alumnos aumentará si en algún momento se eliminan otras aulas enclaves en los demás institutos porque tendremos que acoger a esos alumnos. Esto nos afectará de alguna que otra forma teniendo en cuenta que si se supera el máximo de alumnos, las atenciones prestadas a cada uno no serán las mismas ni, por lo tanto, igual de efectivas.

¿Cómo aconsejáis a la gente que se relacione con estos alumnos NEAE? ¿Cómo debemos tratarlos?

Ante todo tratarlos de la forma más normalizada posible, es decir, como si sólo fuera un compañero más. No se debe hacer nunca hincapié en sus discapacidades. Es más, esto nos hace ser más tolerantes con éstas personas con diferentes capacidades.

Entrevista realizada por Omar Mohamed (saharaomar) y Mónica Suárez (Reginleit la Radiante).

domingo, 11 de noviembre de 2012

¿El gusto musical nos define?



Dime qué escuchas y te diré quien eres. Este parece ser el postulado de las conclusiones que sacaron los psicólogos Rentfrow y Gosling en un estudio publicado en la revista Psychological Science.
Los gustos de una persona pueden decirnos mucho sobre su personalidad, eso no es novedad, pero en concreto los gustos musicales pueden decirnos mucho, según parece.
Los científicos realizaron un estudio con voluntarios durante seis semanas para estudiar sobre qué hablaban. Formaron parejas de jóvenes que fueron observados y sus conversaciones registradas, y los investigadores pudieron ver que el 37% del tiempo era dedicado a los temas más variados, mientras que el 58% era acaparado por un tema en especial. No, sexo no. Música.
Este resultado llevó a los psicólogos a preguntarse por qué era la música el tema de predilección. Arriesgaron la hipótesis de que tal vez los gustos musicales del otro nos aporten información sobre la persona que tenemos delante durante el proceso de conocimiento. Entonces se realizaron las siguientes preguntas: ¿Qué nos dicen los gustos musicales acerca de la personalidad de otras personas? ¿Serán los gustos musicales una buena variable predictiva de la personalidad?
Se realizó otro estudio en el cual se le pidió a los voluntarios que crearan una lista con sus 10 canciones favoritas. Acto seguido otros voluntarios debían imaginar los rasgos de la persona que había realizado la lista. Las predicciones luego se compararon con tests de personalidad, y un cuestionario de 5 rasgos (BFQ), test que clasifica a las personas en función de sus valores (extraversión, neuroticismo, apertura a la experiencia, cordialidad y escrupulosidad).
Los resultados sorprenden, ya que las predicciones basadas en los gustos musicales estuvieron relacionadas en un alto grado con los tests.
Uno podrá decir que no es una novedad. Siempre que se conoce a alguien se termina hablando de música, para conocer los gustos de la persona, y a través de esos gustos saber algo de ella. Pero descubrieron algo más: que por ejemplo la predilección por los temas cantados hablan de una personalidad extravertida, la música country es señal de estabilidad emocional, y el jazz se asocia a una personalidad intelectual.
Algo importante a tener en cuenta es que los voluntarios para estos estudios rondaban los 18 años de edad. La experiencia nos dice que los jóvenes suelen hablar más de música que las personas mayores. Así que ¿de qué hablarán los mayores para conocerse mejor? Tendremos que esperar a otro estudio, a no ser que algún lector nos cuente sus experiencias.
Vía: Psicoteca PsyBlog

Autoconocimiento: La asignatura pendiente

 

El camino de la existencia es una senda que nos presenta las más variadas situaciones; aún así, las enfrentamos con la convicción de que estamos lidiando con un mundo real y objetivo. No obstante, en muchas ocasiones nuestras convicciones de cómo somos y de cómo es el mundo son quienes están determinando verdaderamente estas situaciones (al menos en nuestra mente). En otras palabras, cuando nuestro punto de vista es demasiado egocéntrico, podemos percibir la realidad de manera distorsionada; así, nuestro comportamiento ante la misma será menos funcional.

El autoconocimiento es una construcción psicológica que, cuando se encuentra adecuadamente desarrollada, no sólo nos permite comprendernos a nosotros mismos sino que también nos facilita una visión más objetiva del mundo.

El autoconocimiento nos facilita dar respuesta a preguntas como:

- ¿Por qué pensamos de cierta forma?

- ¿Cómo hemos construido el filtro de nuestras convicciones?

- ¿Cuál es la relación entre nuestras emociones y nuestras ideas?

- ¿Por qué sentimos una emoción y no otra?

- ¿Por qué, ante un evento determinado, asumimos una estrategia de afrontamiento y no otra?

En fin, el autoconocimiento nos permite comprendernos a nosotros mismos, nos ayuda a vislumbrar por qué actuamos de una forma determinada, por qué sentimos una emoción e incluso, nos permite entender cómo funciona nuestro mecanismo de toma de decisiones. Puede parecer sencillo pero lo cierto es que muy pocas personas poseen un autoconocimiento exhaustivo de sí mismas, esto hace que en algunas sesiones de psicoterapia se deba emplear mucho tiempo en fomentar el autoconocimiento; en ayudarle a la propia persona a conocer y aceptar su yo interior. Si existe una asignatura pendiente en la vida, esta es el autoconocimiento.

Y es que el autoconocimiento nos facilitará, a través de la toma de conciencia de nuestros procesos psicológicos, ser más funcionales y competentes en nuestra realidad y nos servirá como una guía hacia el desarrollo personal. En la misma medida en que sepamos detectar nuestras emociones y nuestras creencias podremos acercarnos a la realidad desde una actitud más objetiva.

Lo más interesante es que cuando aprendemos a conocernos y aceptarnos, también iremos desarrollando nuestra confianza y seremos capaces de, analizando los errores y puntos débiles, crecer como personas.
Para culminar me parecen ideales las palabras de Saint-Exupèry: “Te juzgarás a ti mismo. Es lo más difícil. Es mucho más difícil juzgarse a sí mismo que juzgar a los demás. Si logras juzgarte bien a ti mismo, es porque eres un verdadero sabio”. Y puntualizo que en este caso la palabra “sabio” no se refiere a la inteligencia sino al hecho de que la senda del crecimiento personal está marcada por el conocimiento del yo y la autoaceptación.


Extraído de: Rincón de Psicología

Pensamiento vs. Intuición

 

Tomar decisiones no siempre es sencillo, fundamentalmente por dos factores: 1. Porque no conocemos todos los factores que se esconden detrás del proceso y, 2. Porque muchas veces tenemos miedo a equivocarnos y no deseamos tomarnos la responsabilidad.

Otras veces no tomamos decisiones simplemente porque no sabemos qué hacer, cómo decidir, no contamos con los datos suficientes. Sin embargo, siempre que nos enfrentemos a un proceso de toma de decisiones debemos tener en mente una idea: “no tomar una decisión ya implica que estamos decidiendo algo”.

Ahora, Dijksterhuis, investigador del Unconcius Lab de la Universidad de Radboud, han organizado un curioso experimento para evaluar si es más satisfactorio el proceso de toma de decisiones conscientes o el inconsciente.

Organizaron tres grupos de personas a las cuales se les dio la tarea de elegir un póster (vale aclarar que cada uno de los póster eran muy similares y solo diferían en pequeños detalles). Así, a un grupo se le sugirió que evaluaras los pros y los contras para cada póster. Al segundo grupo se les dijo que deberían elegir dándole un vistazo rápido a cada uno de los pósters (en este proceso de selección desempeña un papel fundamental el instinto).

Finalmente, al tercer grupo se le permitió darle un vistazo rápido a los pósters y después tuvieron que resolver una serie de anagramas. Solo una vez que terminaran esta tarea de lógica, podían elegir un póster.

Al finalizar el proceso de elección se le pidió a cada una de las personas de los grupos que evaluaran cuán satisfechos se sentían con sus decisiones. Pues bien, el grupo más satisfecho con su elección fue el primero; es decir, quienes habían analizado conscientemente los pros y los contras. Pero lo interesante del experimento viene ahora:

Los investigadores le pidieron un teléfono de contacto a cada participante y les regalaron el póster que habían seleccionado. Al cabo de un tiempo les llamaron y les preguntaron cuán satisfechos estaban con su decisión y si estarían dispuestos a vender el póster.

Entonces un resultado curioso emergió: el grupo más satisfecho con su decisión y que hubiese vendido el póster por un precio mayor (indicador utilizado para analizar el valor emocional conferido al póster) fue el tercero; es decir, aquellos que tomaron la decisión sin meditar demasiado porque se les pidió que realizaran algunas tareas de lógica, basándose fundamentalmente en su intuición. ¿A qué se debe este fenómeno?

Los investigadores aseguran que la tarea de resolver anagramas mantenía ocupada la mente consciente, de forma que le permitía al inconsciente ir elaborando su propia decisión. Vale aclarar para aquellos que no lo sepan, que se hipotetiza que la mente consciente es capaz de elaborar unas pocas informaciones a la vez mientras que el inconsciente tiene un sistema de trabajo en paralelo.

Así, los científicos concluyen que en ocasiones sería muy adecuado dejarse llevar por el instinto en el momento de tomar decisiones. Aunque claro, puntualizo que la decisión objeto de análisis no fue trascendental para la vida de las personas ya que si hablamos de una decisión verdaderamente importante, deberemos ser capaces de conjugar la intuición con la racionalidad.

No obstante, la enseñanza de esta investigación es que debemos aprender a escuchar nuestraintuición, tanto en las decisiones más pequeñas como en las mayores de la vida.
Fuente:

Dijksterhuis, A. et. Al. (2008) On the goal-dependency of unconscious thought. Journal of Experimental Social Psychology; 44: 1114–1120.

viernes, 9 de noviembre de 2012

Adicciones en adolescentes | Jóvenes "enganchados"




Las adicciones en los adolescentes son un problema que genera gran preocupación entre muchos padres y educadores.

El consumo de tabaco, de porros, alcohol y otras drogas, así como el número desmesurado de horas que pasan delante de la pantalla de ordenador puede llevar, si no hay control a un problema mayor de dependencia.

Abuso de sustancias
La adicción y dependencia de sustancias nocivas, en los días de hoy se está convirtiendo en un grave problema para muchos jóvenes y familias.
Hay diferentes tipos de adicciones, pero las más comunes y por las que más se suele consultar son:

-Consumo de Cannabis
-Consumo de Cocaína
-Consumo de otras sustancias, como drogas de diseño
-Consumo de Alcohol

Hay diferentes motivos por los que los jóvenes consumen, uno de los más frecuentes es empezar porque los amigos también lo hacen y así uno se siente integrado en el grupo, lo que además implica un estatus en el mismo. Esto ligado a la falta de autoestima suele ser algo habitual entre los adolescentes. También se dan casos en los que el consumo está ligado aproblemas familiares, de habilidades sociales o problemas personalesde otra índole.

Los motivos para consumir sustancias adictivas pueden ser muchos y en ocasiones, no sabemos exactamente lo que provoca el consumo. Lo que sí es cierto es que se puede dejar, y la ayuda externa suele funcionar, tanto con los jóvenes como con sus familiares. Los padres son una herramienta imprescindible para ayudar a sus hijos, pero es muy importante que estén asesorados porque ante el desconcierto, la impotencia y las ganas de cambiar lo que no les gusta, también pueden generar en sus hijos reacciones de aún más consumo.

Adicción a Internet
No es lo mismo el uso de Internet que el abuso. Hablamos de adicción a Internet cuando esta actividad interrumpe o distorsiona la ejecución de otras tareas habituales que hasta el momento se venían realizando con total naturalidad.

Internet es el medio por el que nos comunicamos más rápido y con más cantidad de gente, y los adolescentes saben cómo sacarle partido a esto, así que, una vez más a los padres les puede resultar complicado saber si sus hijos, maestros expertos de esta herramienta, la están utilizando adecuadamente. Sin embargo, deben fijarse en los cambios significativos que se producen en sus hijos y no engañarse cuando hay algo que llama la atención. El cambio de intereses, las horas en la habitación, el descenso en el rendimiento académico, las horas a las que se desconectan a la noche para ir a dormir, la irritabilidad que sienten cuando se les dice que apaguen el ordenador, las horas en las que el ordenador permanece encendido aunque estén realizando otro tipo de actividad... Hay muchas señales por las que los padres se pueden dar cuenta de que sus hijos están abusando de Internet.

El generar buenos hábitos en los hijos antes de llegar a la adolescencia es una buena manera de prevenir este tipo de problemas, pero muchas veces, se nos va de las manos y nos encontramos que los hijos han llegado a estas edades y están enganchados a Internet o a videojuegos. Los chat y las redes sociales están generando problemas de abuso entre los jóvenes. El hecho de poder hablar en grupo, de obtener respuesta inmediata o casi inmediata por parte de los amigos, el hablar con los amigos de tus amigos... Todo esto hace de Internet una herramienta atractiva que hay que aprender a controlar antes de que te controle a ti.

Este tipo de dependencia o abuso de Internet en los jóvenes afecta de manera negativa y daña las relaciones familiares y todo su entorno. Si hay sospechas por parte de los padres o se sienten preocupados porque observan que sus hijos están abusando de Internet, sería muy aconsejable que contactaran con un profesional que establecerá la terapia adecuada para evitar que estos hábitos se hagan cada vez más difíciles de tratar. 

 

Anotar las preocupaciones antes de un examen mejora la nota



 
Los estudiantes podrían combatir la ansiedad previa a un examen y obtener mejores notas siescriben sus preocupaciones unos minutos antes de iniciar la prueba, según un estudio de la Universidad de Chicago (EE UU).

Los investigadores, liderados por el psicólogo Sian Beilock, demostraron a través de una serie de experimentos con estudiantes de diferentes edades que si éstos plasmaban por escrito sus temores antes de realizar un examen, reducían su ansiedad y dejan "libre" toda la capacidad de su cerebro para abordar la prueba con éxito, obteniendo puntuaciones mucho mejores que quienes no lo hacían. Según Beilock, las situaciones de presión merman una función de nuestro cerebro llamada memoria de trabajo, que es crítica en muchas tareas cotidianas ya que permite recuperar información relevante para la tarea que tenemos entre manos.

“A pesar de que las personas suelen estar motivadas para dar lo mejor de su mismas, las situaciones cargadas de presión, como exámenes o presentaciones importantes, hacen que estas personas se desenvuelvan por debajo de sus capacidades”, puntualiza el investigador, que ha publicado sus resultados en el último número de la revista Science. Con el método que Beilock y su equipo han puesto a prueba, “los estudiantes que tienden a sentir ansiedad durante los exámenes son capaces de sobreponerse a sus temores, por ejemplo las consecuencias de hacerlo mal, y sacar a flote todo su potencial”.

Lic. Elena Sanz

Un 60% de los estudiantes sufre “ansiedad matemática"



Si intentar resolver un problema matemático te provoca tensión, preocupación, inquietud, irritabilidad, impaciencia, confusión, miedo y bloqueo mental, no hay duda de que eres víctima de la “ansiedad matemática” o miedo extremo a esta asignatura.

Este mal es bastante común, según revela un nuevo estudio realizado por expertos en Didáctica de la Matemática y Psicología Evolutiva de la Universidad de Granada publicado en la revista Investigación en Educación Matemática. Tras aplicar a 885 estudiantes de primer curso la Escala de Ansiedad Matemática de Fennema-Sherman, un cuestionario validado por expertos de todo el mundo que se utiliza desde los años 70, los investigadores han llegado a la conclusión de que 6 de cada 10 estudiantes universitarios sufre ansiedad matemática. Ésta podría definirse como “elpánico, indefensión, parálisis y desorganización mental que surge cuando a un sujeto se le exige resolver un problema matemático”.

Según concluyen los investigadores, un efecto indirecto de este tipo de ansiedad es que pueden condicionar negativamente el tipo de carrera que eligen los estudiantes españoles. Dicho de otro modo, muchos universitarios eligen carreras distintas a las que realmente querrían para evitar cursar asignaturas relacionadas con las matemáticas.

 


 

Estrés en la adolescencia




Siempre se piensa que el estrés es algo que afecta a la gente mayor que trabaja y llega a casa cansada, como los padres. Sin embargo los niños y adolescentes también sufren de estrés. Esta palabra significa la reacción del sistema nervioso y de todos los sistemas del cuerpo ante situaciones difíciles o dolorosas que uno se siente incapaz de afrontar. Cuando uno percibe una situación como dolorosa o difícil, la mente y el cuerpo se preparan como si fueran a afrontar un peligro. Uno está dispuesto para la lucha o la huida. El corazón late deprisa, la respiración se acelera, la sangre se dirige a los músculos de piernas y brazos, las manos se ponen frías y húmedas y uno está como asustado. Cuando se tienen que encarar varios cambios en un período corto de tiempo, el cuerpo se cansa de adaptarse y plantar cara, y, poco a poco uno pierde resistencia y empieza a sentirse mal.

Los síntomas del estrés pueden ser: la ansiedad, el aislamiento, la agresividad, la enfermedad física o el abuso del alcohol o la droga.

Causas típicas de estrés en el adolescente

Elevada exigencia en el colegio y frustraciones.
Ideas  y sentimientos negativos sobre sí mismo.
Cambios corporales.
Inseguridad en el entorno y barrio.
Separación o divorcio de los padres.
Problemas de salud en la familia.
Muerte de alguien querido.
Tener demasiadas actividades o expectativas demasiado elevadas.
Problemas financieros en la familia

.Maneras de reducir el estrés en la adolescencia.

Come a las horas y haz algún deporte.
Evita la cafeína y bebidas con cola porque excitan y provocan más inquietud.
Evita el alcohol, tabaco y porros
Aprende a relajarte con alguna técnica de respiración abdominal o de tensión de músculos.
Entrénate en aprender a saber decir que no y expresar lo que quieres. Desarrolla la técnica de expresar lo que quieres y lo que no quieres de una manera firme y no agresiva ( p.ej. “ Por favor no me grites” ).
Ensaya y practica una situación que te causa estrés. Por ejemplo, si te corta hablar en público, prepara una conferencia para tus compañeros.
Aprende a organizar el trabajo. Si tienes mucho trabajo, divide la tarea en pequeñas etapas.
No te pongas a pensar en negativo sobre ti mismo y escribe pensamientos neutros o positivos para combatirlos.
Intenta sentirte satisfecho con hacer las cosas suficientemente bien en vez de esperar la perfección en ti y en los demás.
Interrumpe las situaciones estresantes con pequeños descansos como oír música, hablar con un amigo, dibujar, escribir o jugar con tu perro.

Hazte una red de buenos amigos en quién puedas confiar y te puedan ayudar en sentido positivo.



Publicado en la revista Megatop


 

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