viernes, 30 de noviembre de 2012

A más cansancio, cerebro más activo


Cuando nos pasamos una noche en vela, normalmente al otro día nos sentimos cansados, nuestro cuerpo reacciona de manera más lenta y tenemos dificultad para concentrarnos. Sin embargo, todo no es color gris, en este estado nuestro cerebro es mucho más activo. O al menos así lo confirma un estudio realizado en la Universidad de Milán donde se descubrió que nuestro cerebro se hace más activo en la misma medida en que avanza el día y el cansancio se apodera de nosotros.

En el experimento se estimularon neuronas de la corteza frontal usando la técnica no invasiva de estimulación magnética transcraneal. Luego, simplemente se observó cómo respondía el resto del cerebro, comparando los resultados de las personas que se habían mantenido despiertas durante las últimas 2, 8, 12 y 32 horas.

Para entender la lógica del experimento, baste imaginar en un amigo nos gasta una broma pesada y presiona fuertemente con su dedo entre nuestras costillas. Cuando estamos bien despiertos probablemente esta acción la veremos venir y nos limitaremos a quitarle la mano. Sin embargo, cuando estamos cansados o tenemos sueño, quizás nos asustemos y peguemos un salto enorme. En la misma medida en que más cansados estemos, más exagerada será nuestra respuesta. Pero… ¿se aplica esta misma lógica al cerebro?

Pues sí. Mientras más cansado estemos, más nervioso e irritable será nuestro cerebro por lo que, con la estimulación, este responde inmediatamente generando picos de actividad.

Este nuevo descubrimiento explicaría algunos hechos que han desconcertado a los médicos durante mucho tiempo como por qué las personas con epilepsia suelen tener más ataques mientras más tiempo se mantengan despiertos y cómo es posible que los pacientes con depresión severa y una actividad cerebral anormalmente baja, mejoren después de haberse saltado una noche de sueño.

Y es que, en práctica, el cerebro de una persona cansada o con sueño reaccionaría de manera casi instantánea ante los estímulos. ¿Por qué?

Los investigadores piensan que la clave se encuentra en el número de las sinapsis. Es decir, cuando estamos plenamente conscientes y alertas, en nuestro cerebro tienen lugar miles y millones de sinapsis. Sin embargo, lo cierto es que muchas de estas conexiones son irrelevantes ya que captamos numerosos detalles del ambiente que no son importantes.

Al contrario, al estar cansados, el número de sinapsis irrelevantes disminuye haciendo que el cerebro se concentre en aquellos estímulos que son realmente importantes. Como resultado, muestra una reacción “exagerada” ante los mismos.

Para comprender esta reacción podemos imaginarnos que estamos en un bosque con todos los sonidos que este posee (el rumor de las hojas al ser movidas por el viento, las aves, los animales, el río que corre y, a lo lejos, sentimos el aullido de un lobo). Este sería nuestro cerebro despierto asumiendo toda la información que está a su alrededor. En este contexto el aullido del lobo despierta una leve desazón ya que está camuflado con otros sonidos y experiencias.

Sin embargo, ¿qué pasaría si quitásemos el rumor de las hojas de los árboles, el gorjeo de las aves, el sonido de los animales y el discurrir del río? De seguro el aullido del lobo nos resultaría muy vívido y aterrador.

Fuente:
Massimini, M. et. Al. (2012) Human Cortical Excitability Increases with Time Awake. Cerebral Cortex; 22(9).

2 comentarios:

oye pues yo puedo corroborar esta investigación porque tengo muchas experiencias de estar despierto varios días seguidos y cuando pasas un día sin dormir ocurre exactamente lo que dice el experimento realizado XD

Francisco, exactamente hoy, puedo dar fe de que esa investigación está en lo correcto.
Absolutamente corroborada, firmada, sellada y certificada ;)

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